Somos seres nacidos en un rincón del mundo, al sur del sur de América Latina. Gran llanura, acúifero permeado de lluvias, diluvios que transformados en ríos, nos abrazan hasta llegar al mar inmenso.
Escuchamos el sonido del agua que corre por nuestras vidas y nos limpia, transforma y emociona.
En Uruguay, en los largos inviernos, cuando el cielo se vuelve gris, el diluvio se prolonga durante días y nos sentimos invitadas e invitados a quedar dentro, con nosotras y nosotros mismos. En verano, cuando la tan ansiada lluvia llega, los cordones de vereda desbordan y nuestra tierra ríe de felicidad, decimos "llueve a mares".
En este juego que abarca el amor, el agua y el mar, nace Amares Teatro, con la firme intención de crear belleza y consciencia.
Entendemos el acto teatral como un ritual donde los actores y actrices se disponen a ser canales, a evocar, invocar y convocar. A generar un acto efímero, único e irrepetible, donde la humanidad se mira a los ojos y se acepta.
El teatro como modo de investigar y relacionarnos con la vida. Buscando y desarrollando formas para entrenar nuestra humanidad y hacer que ésta pueda plasmarse verdadera y presente dentro del acto teatral.
Proponemos un teatro donde se vean seres humanos con sus crisis y búsquedas, evidenciando la incoherencia que se desprende de nuestro existir. Donde alguien permite que rían de su ridículo y de este modo habilita a que el público se cuestione si no está riendo del suyo propio.
Una y otra vez nos encontramos en la misma situación: parados al cordón de la vereda contemplando el río de lluvia que corre por la calle, sujetando un barquito de papel recién hecho y sintiendo el vértigo de confiar en la magia de la vida una vez más. "Buen viaje" le decimos, y mientras se marcha nuestra esperanza de papel, pedimos tres deseos con la convicción de que mañana será mejor.
